11 jul 2022

Miguel Alcón

- La noche del 23 de abril se quemó la casa. En el incendio del último piso murieron asfixiados mis vecinos: Miguel y su madre Encarna. Por la rápida intervención de los bomberos el resto del edificio se salvó de las llamas. Todavía huele a chamusqueo; el propietario no parece dispuesto a sanear el piso, mientras el seguro no asume la obra. La sobrina recuperó una carpeta de dibujos originales de Miguel e intenta colocarlos en un archivo dispuesto a custodiar el material salvado. No sé si son sus historietas, carátulas de vídeo-juegos o las últimas paginas de "Camaradas", no tuve la oportunidad de escudriñar las hojas. El verano pasado encontré en el Rastro el nº 0 de La Via Láctea Comics. Me atrajeron las selenitas de Montxo Algora en portada, gancho aerográfico típico de la época - 1982. Una técnica que Miguel utilizaría con soltura en las futuras ilustraciones promocionales de los primigenios vídeo-juegos para Amstrad y Spectrum. Resulta llamativo el recurso de una técnica tan artesanal para vender programas de píxeles gordos, monocromático, a 8 bites. Con anteojos domésticos en la punta de la nariz, inspeccioné la revista en el salón. Asombrado, leí mi dirección impresa en la página de guardia. La revista había sido editada aquí, en el piso de arriba, por el vecino que acababa de saludar en el portal. Sabía que Miguel enseñaba las artes gráficas, por haber sido profe de una amiga en sus tiempos mozos, pero ignoraba su faceta como editor pionero del fanzina malasañero. Las siguientes conversaciones giraron en torno a páginas de comics grapadas y vendidas por el barrio; tradición bien implantada en Barna, pero bastante escasa por nuestros lares. Miguel se refugió en el dibujo a temprana edad. Huérfano de un padre guardia civil, entró en el orfanato con seis años. Procuraba aliviar el acoso de compañeros y tutores cambiando dibujos por benevolencia. Quizás la traumática disciplina de la institución explique la notable beligerancia hacia el clero y la homosexualidad presente en sus historietas. El bando republicano y la incipiente aviación de la guerra civil marcaron otra fijación de su narrativa, mucho más asumible. La siguiente revista se llamaría Hélice; dos números de comics supuestamente adultos, con portadas tan modernas como el single de los Punsetes dibujada por Martín López Lam. Un viaje corto seguido por FLIT "revista que mata por humor al arte" donde Miguel vuela en solitario. Ilustro esta entrada con páginas sacadas de los fanzines intercambiados entre editores del gremio, vecinos del Marqués de Santa Ana. La última vez que nos juntamos, andaba yo descalzo en pijama, con dos policías intentando reanimar a Miguel en el salón de casa. Encarna, su madre, no llegó a despertarse. Otra tragedia en la misma calle donde los franquistas bombardearon, por error, la casa en frente de la imprenta que pretendía derribar. Aquellos vecinos no tuvieron nuestra suerte y murieron sepultados debajo de los escombros de su refugio.

- There is an inanimate body on the floor. A policeman pumps up his chest while another asks for sanitary's rescue from the balcony. The firemen didn't allow anybody to step up, until the smoke dissipates. We are trapped in the living room while the flat upstairs keeps on burning. When the situation improves they move Miguel outside, and keep on pumping up his heart, in the middle of the street. The water flowing from the fire engine is about to drawn the litter. They take him up into the ambulance; out of the scene. Since my neighbour spent such a long time in cardiac arrest, I doubt about his recovery. The morning after, my fear is confirmed; last night a ghost was born in front of me. In order to calm his soul I publish here some his comics for those who didn't know him but may recognize a good cartoonist. 
- Ça fait 30 ans que j'envoie du courrier pour inviter les dessinateurs qui m'intéressaient publier dans chaque nouveau numéro de Qué Suerte. Je claque une fortune en timbres et surveille ma boîte aux lettres du coin de l'œil. Ce serait dommage de me faire chourer une page de bédé par le voisin. Et puis un jour je découvre que ce même voisin éditait les premiers fanzines du quartier. C'est chose entendu qu'à Barcelone on publiait ce genre de bédés indépendantes depuis le début des années soixante dix. À Madrid la scène s'est développée plus tardivement. Voici quelques planches dessiné par Miguel Alcón, mon voisin du dessus (la plus vieille date de 1982) mort dans l'incendie de sont minuscule appartement le trimestre dernier.