6 abr 2021

El sentido de la culpa


-¿De derecha a izquierda o de izquierda a derecha? Ando confundido por los nuevos parámetros morales de la corrección político/cultural. ¿En que punto del eje del bien colocaría mi disfrute personal? Por curiosidad y racanería, regateé los 2 euros pedidos para este disco del Rastro. El dibujo de la portada, tan bien impreso con tintas planas, arrastró mi experto ojo hacia la acera. Sin ajustar gafas, percibí unos títulos prometedores. Tuve que comprar el lote compartido con otra vinilo del mismo sello ilustrado por el mismo dibujante (Cervantes), pero de peligroso sabor: "Cocktail de Ritmos". Un gaucho y orquestas de pronunciación italiana auguraban un pot-pourri de violines y acordeón. Además, el vaquero argentino venía escoltado por un par de bailarinas disfrazadas de fruta exótica; cliché censurable a esta altura del nuevo siglo. Olvidémonos del dudoso cocktail y escarbemos el surco de "Calypso Carnaval". Gérard La Viny dirige su conjunto del club parisino "Canne à Sucre" mientras el contorsionista Joe Clemendore, "Cobra Man" en el escenario, interpreta cuatros calypsos al estilo de Mighty Spoiler. La letras son burlonas como manda el género, misóginas en la actualidad. El conguero con su tumbadora entre rodillas, pajarita roja, gorro cónico, sonrisa  jovial, representación servil del confetti festivo no pasaría ahora mismo ni la primera vuelta del brainstroming gráfico. Por suerte la iconografía del año 1959 todavía permitía dibujar un músico caribeño negro. Antes de amenizar la "Canne à Sucre" Gérard La Viny asimiló unos cuantos ritmos en Puerto Rico. Los mezcla con la beguine de su Guadeloupe natal sirviendo un ron añejo como el crepitar del vinilo. Completando el cuadro intrusivo del inmigrante metropolitano embajador de ritmos exóticos: "Cobra Man" el hombre serpiente, aprovechando su paso por la capital con el circo para grabar. ¿Puede una serpiente cantar calypso? Tanto como el yoga cuajar en Trinidad. Compré el disco en Semana Santa, cuando tendría que haber renunciado a Satanás en vez de caer en la tentación de una portada ofensiva, amalgama de prejuicios caducos, ilustrada por Cervantes y editada por el CID; sabroso pecado. Fíjense como el Club Internacional de Disco presentaba su selección pasando por las Islas Jónicas con Ulises, Atila rey de los hunos, el gran Macbeth y otra referencias genuinamente antillanas.

- J'aimais à croire que Rika Zaraï nous invitait à danser sans chemise sans pantalon pour fêter l'union des peuples, des races, en marge de la religion, hymne humaniste, symbole de la fraternité palestino-israélienne. La semaine dernière j'ai trouvé ce joli disque de Calypso aux puces. Connaissant l'habitude du label CID (Club International du Disque) de licencier des enregistrements étrangers pour les écouler sur le marché espagnol, j'imaginais un orchestre antillais enregistré à Paris au rythme du jour. Le nom ressemblait trop à une adaptation à l'accent local. En effet Geraldo n'est autre que Gérard La Viny accompagné par ces musiciens de la boîte parisienne la Canne à Sucre. Je serrais les fesses pour que Cobra Man soit Lord Cobra. Pas de chance de ce coté, même si l'homme cobra se révèle tout aussi surprenant. Il s'agit du contorsionniste trinidadien Joe Clemendore, célèbre yogi voyageur qui profita d'une tournée européenne pour enregistrer quatre calypsos avec Gérard en 1956. Je gratte et découvre que La Viny en plus d'avoir composé la biguine à Giscard et du Volé Boeing-la (hommage au crash du vol 117) est l'auteur original du tube de Rika Zaraï. Change la perspective, maintenant je danse à poil sur une plage de la Guadeloupe. "Tu veux un coup de rhum?" comme on entend sur mon disque. Quand à Cobra Man je vous laisse admirer la pose.

- Typically Spanish from the fifties. You can paint a black musician with a silly hat on a record cover; nobody will complain. In fact there was no much colored habitants in the country at the time. The emigrants were defeated republicans exiled in America. Later they came back with latin rhythms. But in 1959 this Spanish album was from a Guadeloupian band recorded in Paris with a Trinidadian yogi singer. May the ignorance of those shades be an excuse for a caricatural cover art. The illustrator was Cervantes, the label CID and you obviously associate the right image to those names.